martes, 21 de julio de 2020

EL MISTERIO DE SATURNO








<<Miré, y he aquí que venía del septentrión un viento impetuoso, una nube densa, y en torno a la cual resplandecía un remolino de fuego, que en medio brillaba como bronce en ignición>>

Ezequiel 1: 4








A pesar de todo lo escrito sobre Saturno (planeta adorado especialmente por los hebreos [Shabbathai] y en la antigüedad por los babilonios [Šamaš]) se desconoce el origen de su culto. La representación pictórica más antigua de Dios de la que se tiene constancia asemeja un ojo con aspecto de Sol ("el ojo que todo lo ve") una imagen que ha sido plasmada en el arte de todo el mundo primitivo. De acuerdo a varias conclusiones existe la posibilidad de que en un principio este primitivo signo tuviera un significado que hoy escapa a nuestra comprensión, es decir, que el astro representado con aspecto de "ojo" en las viejas piedras podría no ser precisamente el Sol, sino Saturno; imposible para las mentes más científicas, pero sin embargo no se puede asegurar que los cielos de hoy sean tan serenos como los de antes y que las órbitas de algunos planetas hayan sido exactamente las mismas que las de nuestros días.

El origen del nombre de Saturno es tan antiguo como las piedras, uno de los primeros términos asociados a él es el nombre del antiguo dios babilónico Šamaš, dios solar de la justicia y de los muertos, en consecuencia presidía la paz, el día de descanso, de ahí el Shabbath hebreo; el saturday inglés (día de saturno); el Sams-tag alemán; el antiguo itálico Ceto; el íbero Goris y el Sábado latino. En otras culturas como la irlandesa se celebraba el día de los muertos, el Samhain, entre el último día de Octubre y el primero de Noviembre; ésta divinidad de los muertos fue conocida en todo el mundo antiguo bajo diferentes epítetos, los etruscos lo llamaron Sethlans o Setún, los egipcios Seth (señor del caos, las tormentas de arena y la oscuridad) y los Brahamanes lo llamaban Sániḥ, que en los Puranas aparece como una figura antropomorfa, negra, con arco y flecha, de cuatro brazos y montada sobre un pájaro gris oscuro que puede ser un cuervo o un buitre. Para los romanos, Saturno era el Dios-Rey de la semilla sembrada y germinada, de la cebada fresca, por lo que su culto exigía el sacrificio de su representante para propiciar el renacimiento de la naturaleza en primavera. En definitiva, Saturno, así como otros dioses asociados a él, muestran una relación especial con los placeres, pasiones terrenales, al mundo material y al sensible y al renacimiento de la naturaleza. 






En esta imagen capturada por el astrofotógrafo chileno Roberto Antezana, tras el cerro Provincia (Chile), se muestra en todo su esplendor el bello planeta Saturno, que con una extraña inclinación se nos aparece como un verdadero ojo vigilando por detrás de las montañas; con seguridad, este fenómeno celeste -extremadamente particular- no dejó indiferentes a las sociedades del pasado Enlace







Fotografía de Roberto Antezana. Saturno ocultándose tras la Luna Enlace







Ojo del Neolítico tallado en piedra (el ojo de Dios), Israel, Desierto de Néguev. Enlace







Saturno con aspecto de ojo filmado a través de telescopios caseros Enlace  -  Enlace  -  Enlace







EL PUEBLO DE LA OSCURIDAD




LA GLORIA DE YAHWÉH. La Gloria de Yahweh rodeada por una nube y sus epítetos religiosos (¿anillos?). Si bien es este un ícono moderno, se debe recordar que ha sido esbozado en el s. XVII por Robert Fludd basándose en las escrituras hebreas. Los Rabinos hebreos, al ser herederos de un acervo mitológico babilónico, son los depositarios de una tradición milenaria, ¿y porqué no?, de un conocimiento basado en hechos reales ya olvidados, pero que pervive en la iconografía religiosa 




Por influencia babilónica el pueblo hebreo ha adorado desde por lo menos el I milenio a. C. a este planeta; Frances Amelia Yates en su libro "La Filosofía Oculta en la Época Isabelina" relata los prejuicios que existían sobre este pueblo en relación con Saturno (s. XV - s. XVI): 

<<Johannes Reuchlin (1455-1522), conocido también por su nombre humanístico de Capnion, fue uno de los mayores eruditos del Renacimiento en Alemania, igualmente versado en la cultura latina, griega y hebrea. En su juventud fue a Italia y en la dedicatoria de su obra, De Arte Cabalistica, al Papa León X relata su encuentro con Picco della Mirandola y su círculo de sabios, que estaban revelando antiguas verdades [...]

<<La primera obra cabalística de Reuchlin, De Verbo Mirífico, fue publicada en Alemania en 1494, es decir, a los dos años de la expulsión (de los judíos). Dicha obra tiene forma de conversación de varios interlocutores, que son el griego Sidonio, el judío Baruchias y el cristiano Capnion, es decir, Reuchlin mismo. "El judío se caracteriza por la tristeza de su temperamento y está bajo el signo de Saturno, con lo cual se alude por una parte a Saturno como estrella de la religión judía y por la otra a la melancolía, humor saturnino">>



Otra imagen asociada al judío es la del búho, L. C. Lassay en su libro, "El Bestiario de Cristo" Vol. I transcribe lo siguiente de un Bestiario del s. XIII (se ignora cual):

<<Del búho tiene el pueblo judío la semejanza, cuando desconocieron al Señor cuando vino para salvarlos. Dijeron entonces los judíos: no tenemos más rey que César, y este no sabemos quién es. Y Jesucristo se volvió hacia nosotros los gentiles, y nos iluminó, a nosotros que estábamos en las tinieblas; y así de la región de la muerte nació la luz>>



El búho al ser un ave nocturna vive el total de su existencia en la oscuridad, imagen que fue asociada al pueblo judío que vive en la ignorancia y en la "oscuridad religiosa" por haber negado a Cristo y abrazar otro credo. En el British Museum se encuentra la pintura de un búho con aspecto humano.





El judío como un ser de la oscuridad, alegóricamente representado como un búho siendo acosado por pajarillos (ignoro época). L. C. Lassay: El Bestiario de Cristo, José J. de Olañeta Editor, 1997, pág. 468








Mosaico. El búho sobre el signo del "mal de ojo". Aproximadamente data del año 1000 d. C. Op. cit., pág. 469






Asimismo la iconografía del Dios babilónico Shamash muestra a un ente rodeado por un halo o arco Enlace






LA ITALIA ANTIGUA


Séneca en su obra Cuestiones Naturales escribe que según la teoría etrusca: <<se creía que la acción humana sobre los rayos podía incluso obligar a Júpiter a "venir a nuestros sacrificios", aunque se corriese el riesgo de la cólera del dios, e incluso de su venganza>>. Esta afirmación del filósofo romano del s. I d. C. asegura indirectamente que los antiguos dioses adorados y heredados por los romanos eran en realidad planetas errantes, que al desplazarse cerca de nuestra órbita provocaron un exterminio masivo. Ubiquemos las fechas, los latinos hicieron su aparición en el Noreste de Italia, a principios del II milenio a. C. migraron a los Montes Albanos, luego a Roma y fundaron Latium (hoy Lacio). En algún momento de la historia (2500 a. C. al 2100 a. C.) el tronco principal Indoeuropeo se dividió en tres partes: los latinos, los sículos y los osco-umbrios; la primera oleada invasora fue la de los latinos (venetos, mesapios y otros) precedidos por los sículos, y separado totalmente en tercer lugar, llegaron los osco-umbrios (1500 a. C.) quienes se encontraron con los sabinos * y otros pueblos que habitaban esas tierras desde la prehistoria, parientes indoeuropeos lejanos de éstos. Todos ellos conocían el bronce y su migración/poblamiento en Italia pareció ser un escape por necesidad más que por voluntad, porque las sociedades humanas migran cuando hay necesidades básicas extremas; se trata de gentes descendientes de esos antiguos proto-indoeuropeos (15.000 - 10.000 a. C.) que conociendo los secretos del pasado pudieron dejar como herencia una historia-mitológica de un hipotético desastre cósmico (¿Saturnales? en referencia a la Edad de Oro). Sobre los etruscos poco se sabe, después del ascenso romano éstos redujeron a polvo toda la historia de los perdedores. Todas las culturas mantienen esa estructura de un "antes" y un "después" en su acervo mitológico, es como si algo se hubiera "roto" en las relaciones humanas, sociales y culturales para luego volver a empezar. Según la Historia, los latinos arcaicos (ramnes = "hombres de los bosques") eran rústicos, vestían togas de lana, se lavaban el cabello con aceite de olivo y llevaban una vida dura como pastores y agricultores, de los etruscos aprendieron costumbres más sofisticadas y al igual que los griegos poseían una Edad de Oro o "Era de Saturno". El misterio de cómo llegaron esas sociedades (indoeuropeas o no) en un momento determinado, en un estado de brutalidad, harapientos y en varias oleadas, nos hace pensar en una emergencia, una larga marcha que probablemente duró miles de años. Los orígenes de estos pueblos podrían estar en las estepas euro-asiáticas, en Europa Central, o más en concreto en la antigua Iliria (actual Albania, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Croacia, Serbia y muy cerca de la actual Rumania) Ver: Macrobio, Saturnales; Hesiodo, Teogonía; Indro Montanelli, Historia de Roma; Theodor Mommsen, Historia de Roma.

Los latinos al igual que muchas civilizaciones practicaban el sacrificio ritual y propiciatorio a Saturno, llamado en otras doctrinas como: MolekKronosYahwéh ShabaothShamash, Alá, ElCrom-Crúach (antigua Irlanda), etc. Entre éstos se adoraba como un dios benefactor a Consus, un dios de los silos (estancias para guardar las semillas, este dios también cuidaba a los animales de carga) y celebraban su influencia en la abundancia rural. Dos veces al año tenía lugar la fiesta de Consus (Consualia del 21 de agosto, y la del 15 de diciembre) que preceden en cuatro días a las de su consorte, Ops ** diosa de la abundancia (Opiconsivia del 25 de agosto, y Opalia del 19 de diciembre [las Saturnales tenían lugar el 17 de diciembre]). Los sacrificios en el Templo de Saturno (y de Júpiter) en aquellas fechas podrían tener un profundo significado, que hoy, deformado nos llega. No se sabe desde cuándo, pero en la Italia arcaica sí hubo sacrificios humanos que con el tiempo se fueron diluyendo, se esfumaron y luego se reemplazaron por animales. El 15 de Mayo desde lo alto del puente Sublicio y en presencia de los patricios y las seis vestales, se lanzaban al río unos 30 maniquíes de juncos (Argei)tras este macabro y extraño acto-ritual se esconde el recuerdo de un antiguo rito sacrificial, en que se usaban víctimas humanas (2 según Ovidio) consagradas a Saturno y otras divinidades ctónicas (Jean Bayet, La Religión Romana: Historia Política y Psicológica, Ed. Cristiandad, p. 43). Siguiendo a la Historia, probablemente los sacrificios humanos tendrían un significado propiciatorio basado en el desasosiego a ser aniquilado por "algo" procedente del cielo, por un poder extremadamente formidable (¿de un planeta?). Debemos hacer el ejercicio mental de entender que la humanidad no siempre ha gozado de la tecnología moderna, y que frente a una catástrofe cósmica debió pensar sin duda alguna de tener a un "Dios" en frente suyo.


* También se ha manejado la hipótesis de que los sabinos en realidad arribaron junto con los latinos

** Del nombre de esta diosa deriva el término opulencia (= abundancia)






LA MUERTE RITUAL


Así lo describe Joaquín Caridad Arias (Toponimia y Mito, Ed. Oikos-Tau, s.l. 1995)

<<Treina días antes del festival (Saturnalia, 23 de Diciembre), elegían por suerte de entre ellos mismos a un hombre joven y guapo, al que vestían con atuendo real como representante de Saturno. Así ataviado y acompañado por una multitud de soldados, se presentaba a las gentes con plena licencia para entregarse a sus pasiones y placeres, por viles y repugnantes que fuesen. Este alegre pero corto reinado terminaba trágicamente al llegar el día del festival, en el que se le degollaba ante el altar del dios>>


Todos los pueblos del mundo relatan en su corpus mitológico un "antes" y un "después" en la Tierra: los nórdicos refieren en el Ragnarök (= "el destino de los dioses") cuando las divinidades y los gigantes luchan hasta la muerte y ya nada más existe, ni siquiera el universo; los romanos con la Era de Saturno afirman que hubo tiempos mejores, cuando el ser humano no trabajaba y podía conseguir alimento con solo extender el brazo cerca de un arbusto (Saturnales); los griegos también recuerdan una Edad Dorada: "Existieron en aquellos tiempos de Kronos, cuando reinaba en el cielo; vivían como dioses, con el corazón libre de preocupaciones, sin fatiga ni miseria..." (Hesíodo: Trabajos y Días). Y así es que hasta el día de hoy se conserva esta "idea colectiva" en algunas castas sacerdotales, de una época lejana, remota, pero de mucha libertad.








La Edad de Oro, por Virgil Solis (grabador alemán) s. XVI








CROM CRÚACH, EL PLANETA ERRANTE


Desde un principio su nombre evoca tiempos prehistóricos, cuando la única democracia era solo la del más fuerte. Crom significa "disco", "círculo" y Crúach "sangriento", "rotura", "herida" en irlandés antiguo (el nombre secundario era Ceann Crúach [= "cabeza sangrienta"]) y cruore significa "lleno de sangre" o "rotura" en latín. Su introducción en Irlanda fue a manos de Tighernmas (que vivió el los años 1621-1544 a. C. según el Libro de los Cuatro Maestros, y según Geoffrey Keating en 1209-1159 a. C.) fue un rey fomoraigh contemporáneo de Nuada de la Mano de Plata y probablemente de orígenes nórdicos (Dinamarca, Suecia o Noruega) -aunque hay otras fuentes que afirman un origen milesio (español). En esas fechas tenían lugar sacrificios humanos en Irlanda, el área designada era Mag Slaught (= "llanura de la posternación") en el condado de Cavan, y ahí, en medio de un claro se erguía el dios Crom; el "disco sangriento" al que se le sacrificaban recién nacidos para obtener buenas cosechas (Libro de Leinster). Según las fuentes antiguas Crom era un enorme monolito pétreo y esférico cubierto de láminas de oro y rodeado con doce piedras pequeñas, esta representación peculiar y desconcertante -para un dios propiciatorio- hizo creer a los viejos autores que Crom personificaba un nemeton (= "centro sagrado") o un símbolo solar con sus 12 signos zodiacales en rededor, pero resulta que los celtas no tenían 12 signos del zodiaco, sino 13 animales que regían su calendario y tiene su origen en las fases lunares (13 lunaciones al año de 28 días cada mes); entonces ¿representa Crom en realidad un planeta errante, "colérico" y "sediento de sangre"?. Su culto fue prohibido a la llegada de San Patricio y del cristianismo en el s. V d. C.



Joaquín Caridad Arias (Op. cit. p. 267) describe de la siguiente manera al Dios celta:

<<Crom Crúach, "la cabeza" o "el rojo", es uno de los nombres de la divinidad suprema celta irlandesa, equivalente a Saturno o Moloch, incluidos los sacrificios humanos... >>







Monolito de Crom Crúach (condado de Cavan, KillyclugginIrlanda) reconstruido con sus propios restos, que fueron encontrados rotos y dipersos. Este monumento es considerado como una representación auténtica y fiable de Crom









Crom Crúach. Fuente: Google Earth








Obsérvese la semejanza física del ídolo irlandés con Saturno; ideas como estas pueden parecer insólitas, pero no se puede desechar la sospecha de que en algún momento de la historia humana los planetas hayan estado a corta distancia de la Tierra, lo que pudo inspirar sentimientos y emociones tan fuertes como la del nacimiento de las religiones





 


Alineación  planetaria a simple vista Enlace








¿EL RELATO DE UN CATACLISMO?


Con relación a lo anterior, las siguientes estrofas datan del II milenio a. C. y son de origen babilonio. Narran la batalla de dos dioses (Ninurta [¿Marte o Saturno?] contra Anzû, un "pájaro" [¿un cometa?] que robó las tablillas del destino que conferían el poder supremo). Más que una batalla entre dos seres mitológicos aparentemente sin conexión, este poema -con seguridad- en realidad estaría describiendo una desoladora catástrofe cósmica que azotó la Tierra, pues las expresiones contenidas en él son claras y precisas. Ninurta (Marte o Saturno) azuzado por su madre Mammi (la Tierra) se lanza a la batalla celeste contra Anzû, quien ha robado las tablillas. Extracto del libro "Cuando los dioses hacían de hombres", Jean Bottéro, p. 409: 



<<... ¡Él ha acaparado todos los poderes divinos!
          ¡Córtale el paso¡ ¡Pon fin a sus excesos
          y devuelve la alegría a los dioses que yo creé!
          Emprende un combate sin tregua:
          Que los siete vientos te acompañen allí arriba
          Para capturar al alado Anzû
          Y así apaciguar la tierra que yo creé.
          Arruina su morada, la montaña:
                   ¡Que sea presa del temor
          Cuando se desencadene tu potente mano!
          !Lanza (!) sobre él todos los tornados, 
          Arma tu arco, envenena tus flechas,
          Transforma tu cara en la de un demonio!
          !Extiende una niebla tal que no pueda reconocerte:
          Que tu resplandor lo inunde.
          Revestido con (todo) tu brillo, 
                    Lanza un asalto incomparable!
          ¡Que allá en lo alto (?) deje Šamaš de brillar,
          Convirtiendo así en negra noche la plena luz del día!>>
                       
           






ICONOGRAFÍA  APOCALÍPTICA




El cielo y el mar convulsionan ante la inaplazable catástrofe. Eruditos como Camille Flammarion ya hablaban desde el siglo XIX de unos cielos no muy pacíficos, aunque en este caso, la novela del astrónomo se remonta a una catástrofe cósmica que se supone ocurre en el siglo XXV d. C. No se debe descartar que en un pasado extremadamente distante los planetas hayan permanecido a corta distancia de la Tierra, lo que hipotéticamente causaría el fin de una æra e iniciaría con esto un genocidio de proporciones gigantescas. Hoy, sería recordado como la lucha de los dioses en contra de los titanes en todos los corpus mitológicos de las religiones y culturas del mundo. Desde los albores de la tradición oral los sabios nos han recordado insistentemente sobre la fragilidad del planeta y que la vida en él es pasajera; así como ha comenzado, también ha expirado. (Fotos: El Fin del Mundo, Camille Flammarion, Editorial Librería de la Vda de C. Bouret, 1912)








Alegoría de la Tierra siendo amenazada por un gigantesco orbe, Op. cit.







Los planetas cambian de rumbo y se acercan a la Tierra dejando un gigantesco holocausto, Op. cit.







   El exterminio, Op. cit.






   

Saturno (la muerte) con la hoz a sus pies (señal de trabajo concluido) y dueña del Mundo, Op. cit.








Lugares lejanos y en las altas montañas como algunos monasterios tibetanos sobreviven a la aniquilación, Op. cit.








La naturaleza, que tiene el poder de la regeneración; resucita, Op. cit.




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miércoles, 15 de abril de 2020

LA BÓVEDA CELESTE: LOS ORÍGENES











Según la antropología oficial, hace unos 6 o 7 millones de años atrás no eramos muy distintos de los chimpancés. El antepasado directo del ser humano moderno (ver: hominización Enlace) apareció aproximadamente hace 4,5 millones de años, por la separación del tronco común que nos unía con los simios. La consciencia completamente humana se manifestó -con seguridad- hace solo unos 500.000 a 300.000 años atrás, pues el Gen del Lenguaje mutó durante esas fechas Enlace (hace un par de años se descubrió una lanza de 300.000 años en el norte de Alemania Enlace y en Murcia se ha encontrado el hacha más antigua, de casi un millón de años Enlace) Se puede admitir que dos de los primeros elementos dignos de admiración de las primeras humanidades fueron la bóveda celeste y el agua, pero ¿porqué ese anhelo repentino de plasmar en algún lugar, el entorno, los animales y los astros? y sobre todo la capacidad de hacerlo, también de forma repentina. A medida que nuestros antepasados descubrían la naturaleza y el medio en que se encontraban, describían a los elementos con sus sentidos, comenzaron a nombrarlos y a transmitir el conocimiento de forma oral.

El misterio de cómo el ser humano obtuvo el don de la consciencia jamás tendrá explicación; ¿desde cuándo ha obtenido la capacidad de interpretación, análisis y entendimiento?, esta pregunta preliminar es escencial para tratar el tema de fondo. Las viejas imágenes en las piedras, que en no pocas ocasiones se nos parecen cándidos dibujos infantiles podrían mantener un precioso secreto en sus trazos.









En esta pintura de arte rupestre imaginativo de primitivos trazos se observan claramente los espíritus del trueno y la bruma, mientras que a su derecha hay una figura de "hombre de palitos" que hace el papel de Gran Divinidad lluviosa () "Espíritu Máximo" y "Soporte de los Astros" (parte superior); ambos luceros, la Luna y el Sol, se encuentran dibujados en sus manos. Si bien se trata de una ilustración cándida no olvidemos que en este caso estamos hablando de una obra de arte aproximadamente del 10.000 a. C. (Estrecho de Santonge, España)












Pinturas rupestres de distintos puntos del planeta con forma de "Atlas", o "Sostén de la Bóveda Celeste". Enlace






Uno de los caracteres actuales chinos para "espíritu" es:




Este caracter es muy similar al "hombre de palitos" de arriba, el tripode representa a las nubes y el correr del agua, y la plataforma de arriba, al sostén de los astros. Éste, como caracter moderno, atestigua una insistencia de las ideas no muy primitiva







El caracter para "espíritu" en el tiempo de los Shang (ss. XVI - XII a. C) asemejaba una ventana (del firmamento):






También otro de los modernos caracteres chinos para designar a un "espíritu" o "fantasma" es (la fotografía del libro tiene un error de tinta, el caracter asemeja una ventana perfecta)








La Diosa Tanit


Este signo primigenio parece ser el origen del de Tanit, una Diosa Madre púnica que fue conocida en todo el Norte de África a través de su expansión a lo largo de la costa; su mayor influencia llegó con la fundación de Cartago (fundada por fenicios: 1244 - 1234 a. C.). En otras latitudes del Mediterráneo Tanit recibía los nombres de Ashtart, Ashtaroth o Ashtarté (Tiro [Fenicia]), conocida en otros lugares como Ishtar (Babilonia), Afrodita* (Grecia), Venus (Roma [a veces Juno]), Alilat (Arabia preislámica) e Inanna (Sumer), su significado primigenio pudo haber estado relacionado con una Madre Celestial (relativo al firmamento). No hay duda de que el antiguo signo ha sufrido mutaciones; comenzó desde algún caracter prehistórico, pasando por uno chino; por la swástika indo-iranía ; por el ank egipcio ; el lauburu vasco o trébol de cuatro hojas; el crismón copto , hasta llegar a la moderna cruz 


*De este término deriva el aprilis romano (aperio, aperitivo, abrir [latín], bert [brotar en latín, {podría ser también "bertizione"}]); primavera [= "primer brote"]) época cuando la tierra se "abre" para sembrar en el hemisferio norte. También este término ("bert") podría tener el significado de "comenzar".




El excavador de Illici (antigua ciudad ibérica) A. Ramos Folques encontró un templo consagrado a Juno (Tanit) y un tofet. Los sacrificios humanos fueron un ritual básico de las religiones semitas, que felizmente no influyeron en Iberia. Los iberos así como muchas tribus del viejo territorio hispano no tenían sacrificios humanos en sus prácticas religiosas.








a) Posible signo de Tanit. Pozo del Rubicón. Lanzarote (dibujo de Tejera y Aznar, 1989)
b) El signo de Tanit. Estela votiva cartaginesa. Lleva la leyenda: "a nuestra señora Tanit, faz de nuestro señor" ¿el firmamento? (A. J. Church, Cartago)
c) Figura antropomorfa en actitud de adoración o bendición, petroglifo de La Restinga, Isla El Hierro (Foto: Hartwig-E. Steiner)

(Rescatado de "Las antiguas divinidades Tanit, Támara o Tamar, Tara o Tana y su proyección en la religión de los canarios", Joaquín Caridad Arias, 2010) Enlace








Tanit alada entre caballos, tinaja de Elche, España







Tanit alada entre rosetas, Elche, España







Tanit alada sobre tinaja, Elche, España







Vaso con el signo de Tanit, Liria, Comunidad Valenciana, España







Dama de Baza, Granada, España







Bronce de una Astarté sevillana, España







Dama sedente del Cerro de los Santos, Albacete, España







Detalle de la Dama de Elche de marcados rasgos orientales, España







Bronce de un bocado de caballo con la imagen de Astarté, Sevilla, España








Astaroth fenicia en actitud de bendecir, Museo de Paris, Francia (compárese sus símbolos elementales sobre la cabeza, con el símbolo primigenio y el de Tanit)








Isis con su tocado de creciente ya estropeado Enlace







La reina Nefertari (izquierda) esposa de Ramsés II, de la mano con la diosa Isis. Fresco de la tumba de la reina en Tebas. XIX dinastía, s. XIII a. C. Kurt Lange, Pirámides, Esfinges y faraones, Ed. Destino, 1966.








Obelisco de Ramsés II, delante del templo de Luxor. El Obelisco representa un pilar cósmico y el falo de Osiris, que fertiliza todo el Nilo; también es una especie de menhir, solo que la piedra ha sido trabajada por unas manos más refinadas Op. cit. 






La visión de Dios como un ente inmaterial proviene de tiempos no muy distantes, aflora cuando el ser humano comenzó a preguntarse sobre la existencia y el misterio de la creación. Muchos académicos menosprecian a nuestros antepasados, culpando indirectamente a las infantiles imágenes plasmadas en la piedra, pero éstos no se han preguntado si es que en ese momento de la historia fue precisamente cuando se comenzó a adquirir la conciencia, el raciocinio y ciertos atributos de una inteligencia más humana.







   Etimología de "Dios"


El término más antiguo para "espíritu" o "fantasma" -llámese un ser inmaterial- nos viene de la partícula indoeuropea di que significa "brillo", "luz", y a su vez, de la raíz también indoeuropea dhves de donde deriva la lituana dwase que significa "espíritu" o "aliento" (ti en Aymara-Runasimi significa "luz") en el antiguo germánico se denomina a los dioses como asen o ass (en anglosajón os significa Dios). El término germánico anses (o ases) tiene similitud con la raíz indoeuropea an que significa "soplar", y según su mitología los ases fueron primitivamente los espíritus del viento, que después se transformaron en espíritus divinos y luego en dioses, por ejemplo Wotan (Odin u Óðinn) deriva de wüten (= "enfurecerse"), la semántica de su nombre corresponde a la de un ente violento, móvil e inquieto; como Dios de la guerra, la magia, la poesía, la caza, la profecía y los cielos, es perfecta.


El origen del nombre de la divinidad nórdica del trueno y el cielo (Thor o Þorrpodría tener su procedencia de una onomatopeya; torr alude claramente al sonido del trueno y también es seguro que su significado semántico haya derivado en sinónimos como "Puerta del Cielo", "Puerta Exterior". Los etruscos y prehelénicos llamaban Turan o Turanos a su Diosa Madre (Joaquín Caridad Arias, Toponimia y mito, Oikos-Tau, S.A. Ediciones, 1995) mientras que los córnicos y bretones lo conocían con el nombre de TaránEl símbolo torii () del sintoísmo japonés que suele encontrarse a la entrada de cementerios y templos religiosos, asemeja una puerta/ventana (¿del cielo?), una entrada al otro mundo, una especie de "biombo" que separa el mundo físico, "real", del onírico e invisible. Por parte de la familia linguística indoeuropea el sustantivo "puerta" o "entrada" va desde el  sánscrito dur/dvāra; al griego thura; alemán thur/tür; irlandés dorus; inglés door; antiguo bretón dor; el lituano dùrys; el moderno sueco dörr y el latín foris (afuera), todos estos términos adquieren el significado de "puerta exterior" (o del cielo), asimismo dura en sumerio significa "fortaleza", "bastión" pero también podría equivaler a "separación" o "puerta". Entre los antiguos eslavos al alma se la denominaba dusa, en céltico "espíritu" o "demonio" se decía dusios y en galo dusii, en hebreo "espíritu" es Ruah (רןח).



Hasta los tiempos modernos se han conservado ciertas palabras como: torbellinotornado, tornotormentatorre, toroide, torcertornillo, "turn" (que en inglés significa "doblar", "girar hacia tal lado"), "tornare" en latín (= "girar"), "rotera" en sueco (= girar), "roti" en rumano (= "girar") y στροφή strophḗ (= "giro" en idioma griego) entre otros, y que conectan con un origen onomatopéyico; con el intimidante sonido de los tornados y tormentas eléctricas, pero sobretodo con su violento y veloz movimiento en espiral. Esta remota conexión parece tener el antiguo provenzal (occitano) "tropo" o "trobar" que significa "despistar", "embolar", "enredado", "dificultar cierta tarea" e incluso "alegoría" que en este caso en particular se refiere a la prosa poética de los trovadores, antiguos artistas que con sus cantos propagaban un conocimiento, según ellos, sagrado, con un estilo elegante y oscuro. De estos antiguos términos provenzales y otros, devienen palabras modernas como: "trompo" (giro descontrolado), "trabalenguas" (dificulta la comprensión de ciertas frases o palabras), "trabar" (acto de dificultar la apertura de algo, por ejemplo: una puerta), "tropezar" (enredarse los pies y caer), e incluso el inglés "trouble" (= "problema", algo difícil de solucionar, etc.). La dificultad como elemento común de los términos anteriores deviene por el enredado movimiento espiral de estos fenómenos atmosféricos (tornados, truenos o tormentas) y que se los ha asimilado a actos engorrosos o acciones que dificultan ciertas tareas. Todas estas palabras modernas tienen su origen sin duda, en la prehistoria.



Una reminiscencia de este remoto término con el significado de "Espíritu del Cielo" o "Puerta/Soporte del Cielo" ha llegado hasta nuestros días con la letra T (Tau griega) que asemeja un pilar con un soporte en su parte alta. Dos famosos símbolos relacionados con el anterior y más antiguos aún son el Irminsul nórdico, que como "Pilar de la Vida" se asimila a un útero femenino (T), asimismo la runa Tir (t) asemeja un pilar (), y el otro -con ideas no muy afines a las anteriores- pervivió en grecia con la imagen del caduceo o vara de esculapio es el mismo símbolo (posiblemente deformado) que sostiene la Inanna (= "Señora del Cielo") sumeria en sus manos  que reproduce a la Bóveda Celeste en unión con la Tierra. De igual forma se puede afirmar que la letra hebrea Tav  (t) y la fenicia -aún más antigua- Tav Х (t) tienen este mismo aspecto de soporte o dolmen, principalmente la letra hebrea (no descarto que el dolmen en realidad haya sido una escultura religiosa astral, un símbolo relacionado con el firmamento). Éstas, son reminiscencias de un posible difusionismo entre las culturas antiguas o también recuerdos de algún hecho que influyó de forma violenta en las sociedades de aquellos tiempos. Con relación a esto último, da la casualidad de que "piedra" se dice maen en el antiguo idioma bretón, muy parecido al significado de "Luna" en otras lenguas antiguas: mènulis en lituano; mond en germánico; maand en bajo alemán; mahn en frigio; moon en inglés; månen en noruego; måh en persa; mune o muin en escocés y mōna en inglés antiguo; esto quiere decir que las sagradas piedras con que -puntualmente- los antiguos bretones armoricanos (mediados del Neolítico) construían sus tumbas sagradas, estaban relacionadas con la Luna, ya sea por la semejanza del color o algún hecho ya olvidado (¿una catástrofe cósmica?). Realmente desconozco si algún otro pueblo relaciona al astro nocturno con las piedras, catástrofes o hechos notables en su idioma. Lo anterior es solo una suposición, puesto que "Luna" en idioma bretón se dice Loar o Loarenn.


(El término para "dios" en el idioma nahuatl [Centroamérica- Norteamérica] es Teotl, muy parecido al griego Theos y otras lenguas que se supone no tienen conexión)






Torii del cementerio de Okunoin, Koyasan, Japón Enlace







Saint-Benoît-du-Sault. Dolmen de Gorcés, Francia (Louis Charpentier, Los gigantes y el misterio de los orígenes, Ed. Plaza y Janés, 1971.) Fue en estos trikuarri donde las poblaciones neolíticas enterraban a sus muertos.

















Útero femenino con su peculiar forma de T, el "pilar de la vida"






 
           

Placenta femenina. En la antigüedad se le llamó "Árbol de la Vida" (por su semejanza física). En realidad los nueve días (nueve meses del embarazo) que Wotan estuvo colgado del árbol Yggdrassil boca abajo, para los nórdicos antiguos representa el tiempo en que el Ser Humano, concebido como una criatura a semejanza de Dios, renace






Este símbolo también aparece en la cultura Hopi. Después de realizar un ritual de carácter guerrero, el combatiente Hopi dibuja en el suelo los símbolos de la nube y la lluvia, que según la descripción de Edward Curtis se trataría de varias líneas rectas coronadas por una curva, que recuerda al signo primigenio con su esférica cabeza sobre un cuerpo rectilíneo; el autor lo narra de la siguiente forma:


<<A continuación el Jefe Guerrero trazaba en el suelo con harina cuatro líneas paralelas que se extendían en dirección al pueblo, coronadas por una línea curva -símbolo de la nube y la lluvia-, y cada mujer recibía del guerrero que era su pariente, la cabellera que aquel había conseguido y la lanzaba sobre el símbolo... >>





Según la descripción de Edward Curtis, el símbolo Hopi de la nube y la lluvia pudo haberse visto aproximadamente así (dibujo mío) muy similar al Genio de los Cielos prehistórico de más arriba







Muñecos Kachinas de la tribu Hopi. Las Kachinas pueden representar el espíritu de muchas cosas: un objeto, una planta e incluso un concepto, los hopis los usaban para educar a los niños




Si bien se sabe, la divinidad máxima para los Hopi era Táwa (el Sol) pero también adoraban un dios de las estrellas y la lluvia llamado Sótukunani al que se imploraba para que lloviera; según los ancianos Hopi, no se lo identifica con ningún objeto visible, dicen que mora en lo alto y a veces se le da el epíteto de Ove-monwi ("el jefe de lo alto")

(La Danza de las Serpientes: Hopis, Edward Curtis, José, J. de Olañeta Editor, 1995)





<<A los seiscientos años de la vida de Noé, el segundo mes, el día diecisiete de él, se rompieron todas las fuentes del abismo, se abrieron las cataratas del cielo, y estuvo lloviendo sobre la Tierra durante cuerenta días y curenta noches...>> 

(Génesis 7: 11)









Esta pintura podría representar a un ser sin identidad jugando con los errantes planetas en el firmamento. Como anoté en otra entrada, no se puede pretender que los cielos de antaño hayan sido los mismos que los de hoy, posiblemente fueron mucho más activos de lo que creemos  (El Ratón, Hoz de Guadiana, España, data del IX al VIII milenio a. C.) En España, las cuevas más antiguas llegan a tener 120.000 años











La Barca Solar. Claramente el espacio vacío e infinito no había sido descubierto y de alguna forma con estos dibujos se intentaba dar respuesta al movimiento de los astros y la "mano" o "elemento invisible" que los movía (Himmelstalund, Suecia, data desde el V al III milenio a. C.)









Hongos antropomorfos. Está atestiguado que en la prehistoria el ser humano no se privaba de los enteógenos (ver: Las drogas en la prehistoria, Elisa Guerra Doce, Ed. Bellatierra, 2006)









Formas humanoides fantasmagóricas. El hombre, mujer, niño o sacerdote de antaño ¿qué quizo representar exactamente con esto?, podría ser desde alguna forma de plasma en el Cielo, hasta otra raza invasora; a pesar de los 200 años que lleva la arqueología, no se sabe con exactitud que es lo que querían decir nuestros antepasados con estas representaciones (Toulousanne, Francia, data aproximadamente del 30.000 a. C.)










Cueva de Los Letreros, Almería, España. Podría tratarse de la representación de alguna forma onírica, un insecto antropomorfizado o incluso un sacerdote, aún hoy es un misterio (50 cms., data desde el IX al VII milenio a. C.)










Hombres de palitos y animales (Tennes, Balsfjord, Noruega, data del 1600 a. C. Las más antiguas pinturas rupestres de estos pueblos nórdicos datan del 10.000 a. C. y las más recientes desde el I milenio a. C.) Como dato adicional y general, la Era del Bronce comienza en Medio Oriente en la primera mitad del IV milenio a. C.; en la antigua Grecia (minoicos) en el III milenio a. C. y en Asia Central, China y Europa del Norte en el II milenio a. C., pero esta última, culturalmente, se encontraba en la Edad de Piedra











Figura de divinidad o sacerdote del Sol (Järrestad, Scania, Suecia, data desde el V al III milenio a. C.)









Hombre en un acto de culto aparentemente de fertilidad (Simris, Scania, Suecia, data del V al III milenio a. C.)










GALERÍA FOTOGRÁFICA





PINTURAS PERTENECIENTES AL PALEOLÍTICO SUPERIOR (45.000 - 12.000 a. C.) Y AL MAGDALENIENSE INFERIOR, ESTADIO III (10.000 a. C.)











Danza ritual con pieles de animales










Espectacular pintura de un Mamut lanudo del Paleolítico











Preciosa silueta de un caballo










La caza











Guerreros o cazadores con sus arcos levantados











Caza del jabalí












Lucha de guerreros; se aprecian sus escudos repletos de flechas











Rebaño de renos pastando, la técnica es brillante para la época











Reno del Paleolítico Superior pastando












Caballo abatido con boomerang en movimiento










Altamira, Torrelavega, Santander. Bisonte del Magdaleniense. Longitud (1 mt.)








ARTE RUPESTRE DE FINALES DEL MAGDALENIENSE  (9.000 a. C.) AL NEOLÍTICO FINAL, FASE III (3.000 a. C.)






Cabezas de oso talladas en piedra de Unter Wisternitz (Moravia, a la izquierda [antigua Checoslovaquia]) y de Isturitz (Bajos Pirineos, a la derecha [Francia])







Escena de lucha, La Gasulla, España







¿Hechicero?,  Peri-Noss (ignoro localidad)








Hombre sobre esquís. Rödöy, Tjötta, Nordland, Noruega (35,5 cms.)








Piedra grabada de Anderlingen, Hannover, Alemania (1 mt.) Las personas representadas acá podrían haber estado bailando, así como adorando al Sol, etc.








Piedra grabada del dolmen de Mané Kérioned, Carnac, Morbihan, Francia (69 cms.) El hacha, así como la lanza y la espada, simbolizan el arma del Dios del Trueno, y han sido "entregadas" al ser humano prácticamente desde el cielo. Por ejemplo los antiguos carboneros del País Vasco del s. XIX dejaban un hacha a la entrada de sus chozas de madera como prevención anti-truenos; con esto, se deduce que conocían perfectamente la violenta atracción e influencia que provocaba el hierro en los cielos (pararrayos), un metal hecho para la guerra y que "exuda sangre"






Hierro oxidado con aspecto de sangre










Grabados sobre una de las piedras del dolmen de Knockmany, Tyrone, Irlanda








Hombres, puñales y animales. Cemmo, Val Camonica, Italia. Podría representar una cacería 








Callejones del Río Frío, Fuencaliente, Sierra Morena, España. Figuras estilizadas de hombres de palitos (40 cms.)









ARTE PREHISTÓRICO VASCO DEL MAGDALENIENSE INFERIOR (17.000 A. C.) HASTA FINALES DEL PALEOLÍTICO SUPERIOR (10.500 A. C.)






Varillas grabadas y esculpidas. Motivos de arte decorativo de Isturitz








Decoración de objetos de hueso y de cuerno: a), b) y c) son de Isturitz; d), e), f) y g) son de Urtiaga








Bastones perforados:  a) de Bolinkoba; b) y c) de Isturitz








Dibujos de arcilla de Etxeberriko-Karbia








Dibujos de arcilla de Etxeberriko-Karbia








Con excepción de las demás, esta hacha de cuarcita de Isturitz pertenece al Achelense europeo; 600.000 - 120.000 años atrás





Casi el total de las fotografías aquí presentadas, pertenecen a las elegantes obras de Herbert Kühn: El Arte Rupestre en Europa, Ed. Seix-Barral, 1957, y El Hombre Prehistórico en Vasconia, de José Miguel de Barandiarán y Ayerbe, Ed. Biblioteca de la Gran Enciclopedia Vasca, 1980.








<<Contemplar la Bóveda Celeste, descubrió a la humanidad la trascendencia>>

Julien Ries; sacerdote, antropólogo e historiador belga (1920-2013)




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AMÉRICA Y EL VIEJO MUNDO: LOS LAZOS OLVIDADOS

Ī ¿ C uánto sabemos de historia?; ¿y si fuera esta completamente distinta de la que nos han contado en la formación académica?; ¿y si hubier...