viernes, 14 de junio de 2024

KẸNÓS: EL DIOS DESCONOCIDO








En esta entrada tengo el agrado de presentar un documento de enorme importancia. Su autor fue un eminente etnólogo y sacerdote austriaco de principios del s. XX, Martín Gusinde (Los Indios de Tierra del Fuego: los selk'nam. Centro Argentino de Etnología Americana. Tomo I, Volumen II). El apartado más interesante es donde se escribe sobre Kẹnós, un dios ✱selk'nam (ona), al parecer de gran antigüedad, pues ni siquiera esta vetusta etnia conoce sus orígenes. Hay quién asegura que Kẹnós representa al primer hombre sobre la Tierra, a un reformador, una especie de ente o alma primigenia que formó las montañas, valles y bosques. Otros interpretan la aparición de este ser como el arribo de una enorme Luna; un astro que hace milenios surcaba nuestro cielo y que luego de varios años de descenso cayó sobre la superficie dejando un gigantesco exterminio a su paso e iniciando con su impacto la última Era Glacial (110.000 antes del presente). Pero esta afirmación es bastante improbable y se acerca a la Cosmogonía Glacial de Hans Hörbiger, una teoría ya desechada por las investigaciones modernas.

✱ Significa "guerreros de elite" o "guerreros de la rama separada"







KẸNÓS


<<Junto al Río del Fuego, a principios de febrero de 1922, Čikiol (informante selk'nam) me puso en contacto por primera vez con Kẹnós. Era mi tercer viaje, antes de eso no había leído ni oído este nombre propio. Čikiol me narró acerca de Kwányip y de sus hazañas; pasó luego a hablar de Čénuke y dijo: "Este se había hecho cargo del trabajo de Kẹnós es decir, lavar a los hombres cuando estos habían levantado tras breve sueño; tenían mal olor". Dejé que siguiera hablando sin interrupción, y pasó las últimas horas de la tarde con variados comentarios. Al día siguiente continuamos con nuestra plática. Solo logré saber lo siguiente: "Los selk'nam saben poco de Kẹnós. ¡Ya ha pasado mucho tiempo desde que estuvo en nuestra Tierra!". Pero el saber de Čikiol era limitado. Al año siguiente obtuve de algunos ancianos fidedignos informes más consistentes. Es cierto que los pormenores son escasos pero tanto más significativo es su contenido. Pues Kẹnós se sitúa en el comienzo del mundo legendario, en el principio de todo el devenir; él es el organizador de la patria de los selk'nam. 

>>Otros giros también narran que Kẹnós apareció en estas tierras como el primero de todos los antepasados y hombres.

>>La palabra "madre" tiene aquí un sentido especial: "No es como una madre aquí, entre nosotros, que amamanta a su hijo... Šó'ónh no era una mujer, que ha parido a Kẹnós... La cúpula celestial se había extendido sobre Kẹnós de la misma manera que una madre extiende el manto sobre su hijo".

>>"El sur fue su padre". Esta equiparación surgió de la idea según la cual Kẹnós se había establecido preferentemente en la parte sur de la Isla Grande. Una vez que pregunté: ¿Así que el viejo Kehač'ónh fue el padre de Kẹnós?, negaron rotundamente esta pregunta. Kehač'ónh es un ✱✱ḥówenh, y en aquel entonces no estaba aún presente aquí; por otra parte, se lo tiene por hijo de Táremķelāš... Kẹnós fue el primero de todos los antepasados, vivía aquí donde vive nuestro grupo (en la región sur), por lo tanto pertenece al sur. El sur, exactamente la región sureña, se hace pasar por un "padre" de Kẹnós en esta locución nada extraña, porque este permaneció allí por tiempo prolongado. "Šó'ónh y Wó'ok fueron los padres de Kẹnós, pero no de la manera en que aquí, entre nosotros, un niño tiene su padre y su madre". El vocablo wó'ok significa en realidad "la región sureña". 

>>Nadie sabe cómo ha iniciado kẹnós su existencia. Sólo se dice: "Fue enviado a esta Tierra por Tẹmáukel. De inmediato comenzó con sus peregrinaciones". Su existencia se deriva en línea directa del Ser Supremo; su aparición, como personalidad totalmente desarrollada, es completamente repentina. Así como no posee verdaderos padres, con mayor razón no posee antepasados.

>>Respecto de Tẹmáukel, Kẹnós se halla en una extraordinaria relación de dependencia: es el instrumento ejecutor de las que el Ser Supremo tiene respecto del mundo, es el transmisor de sus cargos a los de la Tierra. "Tẹmáukel ha encomendado a Kẹnós organizar todo aquí entre nosotros. 'Aquél/allá/arriba' ha dicho a Kẹnós como deben vivir los selk'nam. Kẹnós fue un embajador de Tẹmáukel">>


✱✱ Antepasados de gran antigüedad







KẸNÓS Y LA COSMOGONÍA SELK'NAM: EL ASPECTO DE UN MUNDO YA DESAPARECIDO


<<El mundo al que ingresó (Kẹnós) cuando vino a esta Tierra era distinto al mundo que abandonó. "En aquel entonces la Tierra era una superficie chata e informe. Las montañas son ḥówenh. Éstos llegaron más tarde. Sólo al fin de sus vidas se convirtieron en laderas rocosas, colinas, o en cerros. Kó'ox, el ancho mar, no se cuenta entre los primeros antepasados. Los numerosos cursos de agua, las lagunas y los ríos fueron causados por el habilidoso Táįyin, con su potente honda. El suelo era macizo y duro; Kẹnós podía marchar libremente en todas direcciones. En aquel entonces no corrían ríos, pues éstos sólo ahora bajan de las montañas. Allí provienen de la nieve. Xóše es un inmenso ejército de hombres. El poderoso Xóše vino simultáneamente con Táremkelạš, el mayor en edad. En ese tiempo Kẹnós ya estaba ubicado en el cielo. No existía el frío, pues Xóše no había llegado aún. Los vientos llegaron a nuestra Tierra más tarde. Aquí cada uno eligió para sí la comarca en la que está ubicado hoy en día. Ciertamente existían pequeñas plantas y arbustos, pero eran así como en Táusen (región junto al Río del Fuego). La Tierra de entonces estaba ubicada debajo de una cúpula. Pero esta cúpula era más baja y estaba mucho más cerca de la Tierra que ahora. Sólo más tarde ascendieron a ella el Sol, la Luna, Kwányip y las demás estrellas, después que el mismo Kẹnós se ubicó allí. La luz era como al amanecer y al atardecer, cuando no se puede ver a Krán, el Sol".

>>Todo el comienzo del acontecer en el mundo fue integralmente amorfo y simple. Sólo la continuidad del desarrollo trajo consigo una permanente estructuración y la (actual) riqueza de formas, así como también el crecimiento numérico de los objetos de la naturaleza y de los seres vivientes; es decir, un progreso en todas direcciones.

>>Aunque toda la naturaleza visible es considerada por nuestros indígenas como viviente y animada, ni la cúpula celestial ni la Tierra son incorporadas al mito como personalidades. Cada uno de estos amplios reinos sólo sirve de telón de fondo para la aparición y la actuación de los antepasados y de los hombres. En sentido impropio el cielo visible se expresa como "madre de Kẹnós". Pues él es el conformador de este mundo. Quien narra la actuación de este personaje, describe al mismo tiempo el comienzo de todo el devenir, especialmente de la patria misma de los selk'nam, pero también más allá de ésta.

>>Al principio, la Tierra era lisa y plana. Aún carecía de montañas, valles, ríos y del ancho mar. Desde cualquier punto, Kẹnós podía abarcar con su mirada esta Tierra. El suelo era duro y seco. En ninguna parte había terreno pantanoso. Kẹnós podía marchar en línea recta hacia todas direcciones. Se trasladaba de un lado a otro, y aún llegaba hasta donde el Cielo y la Tierra se tocaban.

>>Así era la situación aquí cuando llegó Kẹnós. Sólo existía la Tierra plana, que era mucho más pequeña que la actual, pues la cúpula celeste estaba mucho más baja que ahora. En aquel entonces no había ni nubes, ni estrellas. Las estrellas, como también el Sol y la Luna, vinieron después. Ellos son ḥówenh. Tampoco estaba aún Xóše con su gente, y también faltaba el frío sur con su familia. La gente señalaba como una gran comodidad de aquella época la falta del frío, con su secuela de nieve y hielo.

>>El firmamento era transparente. Sólo más tarde se le antepusieron las nubes, neblinas y torbellinos de nieve, que son antepasados.

>>Aún no existían ni el viejo Hombre-Sol Kránakhätaix, ni su hijo Krán. Sólo había tanta luz como al amanecer o al anochecer. Con eso se quiere significar que la luz era una débil penumbra.

>>La Tierra plana e informe pronto recibió su estructuración y el firmamento vacío de astros y libre de nubes se pobló densamente. Kẹnós ingresa abruptamente en este mundo como la primera personalidad de aspecto humanoide; él otorga su existencia a muchos seres vivientes de la misma especie. Todos ellos se transformaron al fin de su peregrinación terrenal en montañas o ríos, en animales o cuerpos celestes. Su permanencia en el lugar donde comenzaron su existencia dió a la patria de los selk'nam la multiplicidad de formas que evidencia hoy>>




 


KẸNÓS ASCIENDE AL CIELO


<<Kẹnós fue el primero en ascender al firmamento. Allí se convirtió en aquella estrella que en invierno se ve a la mañana por breve tiempo. Con ello se refieren a Aldebarán, la estrella alpha del Toro [α - Taurus]. Junto con él ascendieron aquellos tres hombres que aquí siempre habían estado en compañía. Más tarde le siguieron muchos otros antepasados.

>>En el firmamento está ahora también Kesórenk, otrora un hombre llamativamente hermoso. Él supera a todos los demás en brillo. Esta estrella es Sirio, la estrella más brillante en el hemisferio austral.

>>Čénuke tenía una familia numerosa, y se la llevó íntegramente hacia allá arriba; todos están ubicados muy juntos uno del otro. Es decir, Čénuke es Proción [α - Can Menor].

>>Tenenesk (informante selk'nam) nombró a Venus como estrella vespertina, diciendo que es Kankáiyuš que aparece inmediatamente después de haberse ido el Sol.

>>La Vía Láctea es llamada Ḥormáin, y dicen que son muchos antepasados, ubicados muy cerca uno del otro>>






Las estrellas que conforman al Ofiuco (= "Portador de Serpientes") forman la úlẹ (= "vestimenta") de Čénuke








 EL SOL Y LA LUNA


Muchos relatos antiguos de los selk'nam son explícitos, ambiguos y contribuyen bastante a la imaginación. Cabe preguntarse si en realidad, en un pasado muy remoto, nuestros cielos tenían otra configuración, pues el relato que sigue -sobre todo el párrafo final- es categórico y lo remarco en negrita. En todo el corpus mitológico de los selk'nam se nos aparecen astros y elementos que en realidad existen y se pueden identificar; entonces ¿por qué habríamos de dudar de sus palabras? ¿cuál es ese astro que los selk'nam llamaban "viejo hombre-Sol" y que ha desaparecido? ¿contemplaron los selk'nam y las tribus circundantes unos cielos distintos a los de nuestros días?


<<El mito prefiere ampliamente a estos dos astros, que ahora -como marido y mujer- se enfrentan con enemistad mortal. Los ancianos selk'nam dicen... "El hombre-Sol corre constantemente tras la mujer-Luna sin alcanzarla jamás; pues Kré es mucho más astuta que Krán".

>>Se los considera como los únicos cuerpos celestes que aún hoy, hacen valer una influencia determinante sobre la vida de los seres humanos aquí abajo. En especial es la mujer-Luna la que a veces da que hacer a la gente, más de lo que le resulta deseable y agradable. Ni aún el arte de los xó'on más poderosos (chamanes) puede detener sus arbitrariedades: "La mujer-Luna nos atormenta mientras está aquí, pues es muy poderosa y caprichosa. Krán en cambio, es benevolente con nosotros. Las estrellas están allá porque han ascendido como antepasados a la cúpula celestial. Nosotros les ofrecemos el respeto que ellos esperan. Pero Kránakhätaix, el viejo hombre-Sol, no está visible; nadie sabe dónde puede haber quedado">>







RASGOS FÍSICOS DE LA ETNIA SELK'NAM


<<El selk'nam generalmente es alto, pero su estatura está muy por debajo de los dos metros establecidos como mínimum para que debiéramos clasificarlo en la categoría de gigante. Su mayor altura alcanza 1.84 metros en el hombre y 1.70 en la mujer. Además de la raza, tres factores imperan para que los selk'nam sean grandes: las excelentes condiciones higiénicas en que viven, el ejercicio regular y constante y la abstención absoluta de bebidas alcohólicas, del tabaco y demás degeneradores de la especie humana. La coloración cobriza amarilla de la piel, común al grupo de razas americanas, tiene el selk'nam una variante que me apresuró hacer notar. No es el amarillo de las razas mongólicas, no es el de las razas que habitan el norte, el centro y el sur de América. Las mujeres son de color más claro que el hombre, los niños son bastante más rosados pero a medida que crecen la coloración oscura se acentúa. Los selk'nam se llamaban a sí mismos shilkenam, por ej. shilkenam ka haruhin: shilkenam (nombre de la raza) / ka (posesivo) / haruhin (terreno), es decir: "territorio de nuestra raza", "territorio de nosotros los shilkenam", o "territorio de los guerreros de elite">>


Los Onas, Carlos Gallardo, Cabaut y cía editores. 1910








GALERÍA FOTOGRÁFICA




Danza Kulpush, llamada "Danza de la Serpiente". 1914, Lucas Bridges. (Todas las fotos que siguen a continuación son de Martín Gusinde del Hain de 1923)









Halimink, asistente del director del Hain de 1923. El Hain es un ritual de tipo iniciático, en donde los niños de 17 años (klóketen) pasan a convertirse en hombres. También se recuerda la destrucción del matriarcado y el nacimiento del patriarcado. En un principio se supone que los hombres y la sociedad de aquella prehistórica época creían y pensaban que la mujer daba a luz de forma espontánea, lo que la convertía en una especie de "diosa dadora de vida"... pero su secreto no duraría toda la eternidad; esto conllevó a que los hombres tomaran el poder total.








Toin y probablemente Hotex, listos para un ritual fálico, 1923.








Shoort del Noreste (izquierda) y Shoort del Sudoeste (derecha)








Hombres pintados para la escena Kewánix, 1923









Tanu del cielo del Sur con su espalda hacia el público. Este enigmático personaje representaba la riqueza y la creatividad de los selk'nam, ciertos autores dicen que era cruel y solía herir a los hombres en el ritual









Ulen, "quien juega con su doble"








K'terrnen (izquierda) acompañado de Tenenesk (derecha) uno de los informantes de Gusinde








Un momento durante la escena llamada Kewánix








Una madre selk'nam, hacia 1923









Dos Koshménk, "cornudos", 1923









Mujeres selk'nam, hacia 1923









Uno de los siete Shoort. Los siete Shoort representaban los espíritus de los siete antiguos cielos o territorios y linajes selk'nam. También representan los estados del Sol en el firmamento.









 Shoort subordinado (izquierda), el de la derecha es del viento Sureste








Shoort del Sur









Shoorts subordinados









Shoort del Este









 Shoort subordinado









 Comienzo de un ritual para atraer el buen tiempo








Kötaich, Gusinde lo describe como un espíritu del cielo, pero las tradiciones antiguas lo asocian con la tierra









Familia selk'nam










Mujeres selk'nam








Matan, uno de los Shoort









Tenenesk como director del Hain de 1923









Tres muchachas selk'nam









Mujer selk'nam (Ángela Loij). Llaman la atención sus sinuosos y marcados rasgos fueguinos. Los ojos rasgados de las razas americanas son producto de su asentamiento en zonas con frío extremo desde que no eran más que clanes prehistóricos, hace milenios, en su lugar de origen (Eurasia). Los primeros Homo Sapiens de Asia (85.000 a. C.) desarrollaron la llamada "brida mongólica" para proteger sus ojos del frío y la luz, hace unos 60.000 a 40.000 años atrás. Los muchos pueblos del mundo que tienen esta "brida" en los ojos, descienden de unos ancestros que estaban adaptados al frío. Lo curioso, es que estos linajes tienen su origen en otro continente, como si de alguna forma estuvieran preparados genéticamente con antelación para vivir en estas zonas. Si se observan sus rostros se aprecia en ellos una gran diversidad, pero hay rasgos que predominan; por ejemplo su larga nariz, su nariz ha evolucionado para que el aire no ingrese tan frío a los pulmones y sus rostros cobrizos son para evitar quemaduras por la luz reflejada en la nieve. 








<<Pero finalmente, ¿era un secreto? ¿estaban realmente engañadas las mujeres? Y si no era así, ¿por qué durante la ceremonia solían comportarse como si creyeran que los espíritus eran sobrenaturales? Y los hombres, ¿creían ellos que los espíritus realmente existían?>>


Anne Chapman, Hain: Ceremonia de Iniciación de los selk'nam de Tierra del Fuego. Editorial Pehuén, 2012.





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martes, 21 de julio de 2020

EL MISTERIO DE SATURNO








<<Miré, y he aquí que venía del septentrión un viento impetuoso, una nube densa, y en torno a la cual resplandecía un remolino de fuego, que en medio brillaba como bronce en ignición>>

Ezequiel 1: 4








A pesar de todo lo escrito sobre Saturno (planeta adorado especialmente por los hebreos [Shabbathai] y en la antigüedad por los babilonios [Šamaš]) se desconoce el origen de su culto. La representación pictórica más antigua de Dios de la que se tiene constancia asemeja un ojo con aspecto de Sol ("el ojo que todo lo ve") una imagen que ha sido plasmada en el arte de todo el mundo primitivo. De acuerdo a varias conclusiones existe la posibilidad de que en un principio este primitivo signo tuviera un significado que hoy escapa a nuestra comprensión. Es decir, que el astro representado con aspecto de "ojo" en las viejas piedras podría no ser precisamente el Sol, sino Saturno; imposible para las mentes más científicas, pero sin embargo no se puede asegurar que los cielos de hoy sean tan serenos como los de antes y que las órbitas de algunos planetas hayan sido exactamente las mismas que las de nuestros días. 

El origen del nombre de Saturno es tan antiguo como las piedras, uno de los primeros términos asociados a él es el nombre del antiguo dios babilónico Šamaš, dios solar de la justicia y de los muertos, en consecuencia presidía la paz, el día de descanso, de ahí el Shabbath hebreo; el saturday inglés (día de saturno); el Sams-tag alemán; el frisón antiguo Sater-dei; el antiguo itálico Ceto; el ibero Goris y el Sábado latino. En otras culturas como la irlandesa se celebraba el día de los muertos, el Samhain, entre el último día de Octubre y el primero de Noviembre; ésta divinidad de los muertos fue conocida en todo el mundo antiguo bajo diferentes epítetos, los etruscos lo llamaron Sethlans o Setún, los egipcios Seth (señor del caos, las tormentas de arena y la oscuridad) y los Brahamanes lo llamaban Shaniḥ, que en los Puranas aparece como una figura antropomorfa, negra, con arco y flecha, de cuatro brazos y montada sobre un pájaro gris oscuro que puede ser un cuervo o un buitre (en sánscrito Satya significa "verdad" o "realidad" y sata significa "100" es decir, un comenzar y terminar, un ciclo ⭕). Para los romanos, Saturno era el Dios-Rey de la semilla sembrada y germinada, de la cebada fresca, por lo que su culto exigía el sacrificio de su representante para propiciar el renacimiento de la naturaleza en primavera. En definitiva, Saturno, así como otros dioses asociados a él, muestran una relación especial con los placeres, pasiones terrenales, al mundo material y al sensible, a la muerte y al renacimiento de la naturaleza. 






En esta imagen capturada por el astrofotógrafo chileno Roberto Antezana, tras el cerro Provincia (Chile), se muestra en todo su esplendor el bello planeta Saturno, que con una extraña inclinación se nos aparece como un verdadero ojo vigilando por detrás de las montañas; con seguridad, este fenómeno celeste -extremadamente particular- no dejó indiferentes a las sociedades del pasado Enlace







Fotografía de Roberto Antezana. Saturno ocultándose tras la Luna Enlace







Ojo del Neolítico tallado en piedra (el ojo de Dios), Israel, Desierto de Néguev. Enlace







Saturno con aspecto de ojo filmado a través de telescopios caseros Enlace  -  Enlace  -  Enlace








EL PUEBLO DE LA OSCURIDAD




LA GLORIA DE YAHWÉH. La Gloria de Yahweh rodeada por una nube y sus epítetos religiosos (¿anillos?). Si bien es este un ícono moderno, se debe recordar que ha sido esbozado en el s. XVII por Robert Fludd basándose en las escrituras hebreas. Los Rabinos hebreos, al ser herederos de un acervo mitológico babilónico, son los depositarios de una tradición milenaria, ¿y porqué no?, de un conocimiento basado en hechos reales ya olvidados, pero que pervive en la iconografía religiosa 






Por influencia babilónica el pueblo hebreo ha adorado desde por lo menos el I milenio a. C. a este planeta; Frances Amelia Yates en su libro "La filosofía oculta en la época isabelina" relata los prejuicios que existían sobre este pueblo en relación con Saturno (s. XV - s. XVI): 

<<Johannes Reuchlin (1455-1522), conocido también por su nombre humanístico de Capnion, fue uno de los mayores eruditos del Renacimiento en Alemania, igualmente versado en la cultura latina, griega y hebrea. En su juventud fue a Italia y en la dedicatoria de su obra, De Arte Cabalistica, al Papa León X relata su encuentro con Picco della Mirandola y su círculo de sabios, que estaban revelando antiguas verdades [...]

<<La primera obra cabalística de Reuchlin, De Verbo Mirífico, fue publicada en Alemania en 1494, es decir, a los dos años de la expulsión (de los judíos). Dicha obra tiene forma de conversación de varios interlocutores, que son el griego Sidonio, el judío Baruchias y el cristiano Capnion, es decir, Reuchlin mismo. "El judío se caracteriza por la tristeza de su temperamento y está bajo el signo de Saturno, con lo cual se alude por una parte a Saturno como estrella de la religión judía y por la otra a la melancolía, humor saturnino">>



Otra imagen asociada al judío es la del búho, L. C. Lassay en su libro, "El Bestiario de Cristo" Vol. I transcribe lo siguiente de un Bestiario del s. XIII (se ignora cual):

<<Del búho tiene el pueblo judío la semejanza, cuando desconocieron al Señor cuando vino para salvarlos. Dijeron entonces los judíos: no tenemos más rey que César, y este no sabemos quién es. Y Jesucristo se volvió hacia nosotros los gentiles, y nos iluminó, a nosotros que estábamos en las tinieblas; y así de la región de la muerte nació la luz>>



El búho al ser un ave nocturna vive el total de su existencia en la oscuridad, imagen que fue asociada al pueblo judío que vive en la ignorancia y en la "oscuridad religiosa" por haber negado a Cristo y abrazar otro credo.




El judío como un ser de la oscuridad, alegóricamente representado como un búho siendo acosado por pajarillos (ignoro época). L. C. Lassay: El Bestiario de Cristo, José J. de Olañeta Editor, 1997, pág. 468








Mosaico. El búho sobre el signo del "mal de ojo". Aproximadamente data del año 1000 d. C. Op. cit., pág. 469








LA ITALIA ANTIGUA


Séneca en su obra Cuestiones Naturales escribe que según la teoría etrusca: <<se creía que la acción humana sobre los rayos podía incluso obligar a Júpiter a "venir a nuestros sacrificios", aunque se corriese el riesgo de la cólera del dios, e incluso de su venganza>>. Esta afirmación del filósofo romano del s. I d. C. asegura indirectamente que los antiguos dioses adorados y heredados por los romanos eran en realidad planetas errantes, que al desplazarse cerca de nuestra órbita provocaron un exterminio masivo. Ubiquemos las fechas, los latinos hicieron su aparición en el Noreste de Italia, cerca del II milenio a. C. migraron a los Montes Albanos, luego a Roma y fundaron Latium (hoy Lacio). En algún momento de la historia (2300 a. C. al 2000 a. C.) el tronco principal Indoeuropeo se dividió en tres partes: los latinos, los sículos y los osco-umbrios; la primera oleada invasora fue la de los latinos (venetos, mesapios y otros) precedidos por los sículos, y separado totalmente en tercer lugar, llegaron los osco-umbrios (1500 a. C.) quienes se encontraron con los sabinos,* ligures y otros pueblos que habitaban esas tierras desde la prehistoria, parientes indoeuropeos lejanos de éstos. Todos ellos conocían el bronce y su migración/poblamiento en Italia pareció ser un escape por necesidad más que por voluntad, porque las sociedades humanas migran cuando hay necesidades básicas extremas; se trata de gentes descendientes de esos antiguos proto-indoeuropeos (15.000 - 10.000 a. C.) que conociendo los secretos del pasado pudieron dejar como herencia una historia-mitológica de un hipotético desastre cósmico (¿Saturnales? en referencia a la Edad de Oro). Sobre los etruscos poco se sabe, después del ascenso romano éstos redujeron a polvo toda la historia de los perdedores. Todas las culturas mantienen esa estructura de un "antes" y un "después" en su acervo mitológico, es como si algo se hubiera "roto" en las relaciones humanas, sociales y culturales para luego volver a empezar. Según la Historia, los latinos arcaicos (ramnes = "hombres de los bosques") eran rústicos, vestían togas de lana, se lavaban el cabello con aceite de olivo y llevaban una vida dura como pastores y agricultores, de los etruscos aprendieron costumbres más sofisticadas y al igual que los griegos poseían una Edad de Oro o "Era de Saturno". El misterio del arribo de esas sociedades (indoeuropeas o no) en un momento determinado, en un estado de brutalidad, harapientos y en varias oleadas, nos hace pensar en una emergencia, una larga marcha que probablemente duró miles de años. Los orígenes de estos pueblos podrían estar en las estepas euro-asiáticas, en Europa Central, o más en concreto en la antigua Iliria (actual Albania, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Croacia, Serbia y muy cerca de la actual Rumania) Ver: Macrobio, Saturnales; Hesiodo, Teogonía; Indro Montanelli, Historia de Roma; Theodor Mommsen, Historia de Roma.

Los latinos al igual que muchas civilizaciones practicaban el sacrificio ritual y propiciatorio a Saturno, llamado en otras doctrinas como: MolekKronosYahwéh ShabaothShamash, Alá, ElCrom-Crúach (antigua Irlanda), etc. Entre éstos se adoraba como un dios benefactor a Consus, un dios de los silos (estancias para guardar las semillas, este dios también cuidaba a los animales de carga) y celebraban su influencia en la abundancia rural. Dos veces al año tenía lugar la fiesta de Consus (Consualia del 21 de agosto, y la del 15 de diciembre) que preceden en cuatro días a las de su consorte, Ops ** diosa de la abundancia (Opiconsivia del 25 de agosto, y Opalia del 19 de diciembre [las Saturnales tenían lugar el 17 de diciembre]). Los sacrificios en el Templo de Saturno (y de Júpiter) en aquellas fechas podrían tener un profundo significado, que hoy, deformado nos llega. No se sabe desde cuándo, pero en la Italia arcaica sí hubo sacrificios humanos que con el tiempo se fueron diluyendo, se esfumaron y luego se reemplazaron por animales. El 15 de Mayo desde lo alto del puente Sublicio y en presencia de los patricios y las seis vestales, se lanzaban al río unos 30 maniquíes de juncos (Argei)tras este macabro y extraño acto-ritual se esconde el recuerdo de un antiguo rito sacrificial, en que se usaban víctimas humanas (2 según Ovidio) consagradas a Saturno y otras divinidades ctónicas (Jean Bayet, La Religión Romana: Historia Política y Psicológica, Ed. Cristiandad, p. 43). Siguiendo a la Historia, probablemente los sacrificios humanos tendrían un fin propiciatorio basado en el desasosiego a ser aniquilado por "algo" procedente del cielo, por un poder extremadamente formidable (¿de un planeta?). Debemos hacer el ejercicio mental de entender que la humanidad no siempre ha gozado de la tecnología moderna, y que frente a una catástrofe cósmica debió pensar sin duda alguna de tener a un "Dios" en frente suyo. "Italia" parece ser un nombre derivado de un hidrónimo deformado por el tiempo, de una antigüedad considerable y que se encuentra medianamente extendido por algunas localidades de Sudamérica y Europa (atala).


* También se ha manejado la hipótesis de que los sabinos en realidad arribaron junto con los latinos

** Del nombre de esta diosa deriva el término opulencia (= abundancia)






LA MUERTE RITUAL


Así lo describe Joaquín Caridad Arias (Toponimia y Mito, Ed. Oikos-Tau, s.l. 1995)

<<Treina días antes del festival (Saturnalia, 23 de Diciembre), elegían por suerte de entre ellos mismos a un hombre joven y guapo, al que vestían con atuendo real como representante de Saturno. Así ataviado y acompañado por una multitud de soldados, se presentaba a las gentes con plena licencia para entregarse a sus pasiones y placeres, por viles y repugnantes que fuesen. Este alegre pero corto reinado terminaba trágicamente al llegar el día del festival, en el que se le degollaba ante el altar del dios>>




Todos los pueblos del mundo relatan en su corpus mitológico un "antes" y un "después" en la Tierra: los nórdicos refieren en el Ragnarök (= "el destino de los dioses") cuando las divinidades y los gigantes luchan hasta la muerte y ya nada más existe, ni siquiera el universo; los romanos con la Era de Saturno afirman que hubo tiempos mejores, cuando el ser humano no trabajaba y podía conseguir alimento con solo extender el brazo cerca de un arbusto (Saturnales); los griegos también recuerdan una Edad Dorada: "Existieron en aquellos tiempos de Kronos, cuando reinaba en el cielo; vivían como dioses, con el corazón libre de preocupaciones, sin fatiga ni miseria..." (Hesíodo: Trabajos y Días). Y así es que hasta el día de hoy se conserva esta "idea colectiva" en algunas castas sacerdotales, de una época lejana, remota, pero de mucha libertad.







La Edad de Oro, por Virgil Solis (grabador alemán) s. XVI








CROM CRÚACH, EL PLANETA ERRANTE


Desde un principio su nombre evoca tiempos prehistóricos, cuando la única democracia era solo la del más fuerte. Crom significa "disco", "círculo" y Crúach "sangriento", "rotura", "herida" en irlandés antiguo y cruore significa "rotura" en latín (el nombre secundario era Ceann Crúach = "cabeza sangrienta"). Su introducción en Irlanda fue a manos de Tighernmas (que vivió en los años 1621-1544 a. C. según el Libro de los Cuatro Maestros, y según Geoffrey Keating en 1209-1159 a. C.) fue un rey fomoraigh contemporáneo de Nuada de la Mano de Plata y probablemente de orígenes nórdicos (Dinamarca, Suecia o Noruega) -aunque hay otras fuentes que afirman un origen milesio (español). En esas fechas tenían lugar sacrificios humanos en Irlanda, el área designada era Mag Slaught (= "llanura de la posternación") en el condado de Cavan, y ahí, en medio de un claro se erguía el dios Crom; el "disco sangriento" al que se le sacrificaban recién nacidos para obtener buenas cosechas (Libro de Leinster). Según las fuentes antiguas Crom era un enorme monolito pétreo y esférico cubierto por láminas de oro y rodeado con doce piedras irregulares, esta representación peculiar y desconcertante -para un dios propiciatorio- hizo creer a los investigadores decimonónicos que Crom personificaba un nemeton (= "centro sagrado") o un símbolo solar con sus doce signos zodiacales en rededor, pero resulta que los celtas no tenían doce signos del zodiaco, sino trece animales que regían su calendario y tiene su origen en las fases lunares (13 lunaciones al año de 28 días cada mes; 28 x 13 = 364 días); entonces ¿representa Crom en realidad un planeta errante, "colérico" y "sediento de sangre"?. Su culto fue prohibido a la llegada de San Patricio y del cristianismo en el s. V d. C.




Joaquín Caridad Arias (op. cit. p. 267) describe de la siguiente manera al Dios celta:

<<Crom Crúach, "la cabeza" o "el rojo", es uno de los nombres de la divinidad suprema celta irlandesa, equivalente a Saturno o Moloch, incluidos los sacrificios humanos... >>







Monolito de Crom Crúach (condado de Cavan, KillyclugginIrlanda) reconstruido con sus propios restos, que fueron encontrados rotos y dispersos. Este monumento es considerado como una representación auténtica y fiable de Crom. Fuente: Google Earth









Crom Crúach. Fuente: Google Earth








Obsérvese la semejanza física del ídolo irlandés con Saturno y más aún cuando a Crom se lo tapizaba con finas hojuelas de oro, luciendo un intenso color dorado; como Saturno. Ideas como estas pueden parecer insólitas, pero no se puede desechar la sospecha de que en algún momento de la historia humana los planetas hayan estado a corta distancia de la Tierra, lo que pudo inspirar sentimientos y emociones tan fuertes como la del nacimiento de las religiones.







Robert Graves (Los mitos griegos, 2011) anota lo siguiente sobre la castración de Cronos/Saturno a su padre, Urano (Οὐρανός = el "cielo") muy difícil de interpretar: 

<<Urano engendró a los titanes en la Madre Tierra después de haber arrojado sus hijos rebeldes, los cíclopes, al Tártaro, un lugar tenebroso en el mundo subterráneo que está tan lejos de la tierra como está del cielo. Un yunque que cayera en él tardaría nueve días en tocar fondo. En venganza, la Madre Tierra convenció a los titanes para que atacaran a su padre, y así lo hicieron, encabezados por Cronos, el más joven de los siete, al que ella armó con una hoz de pedernal. Sorprendieron a Urano mientras dormía y con la hoz de pedernal, el despiadado Cronos lo castró sujetando sus genitales con la mano izquierda...>>



Más abajo sigue: 

<<Los griegos posteriores leían "Cronos" como "Chronos", "Padre Tiempo", con su implacable hoz. Pero se le representa en compañía de un cuervo, como a Apolo, Asclepio, Saturno y al primitivo dios británico Bran; y probablemente Cronos significa "cuervo", como el latín cornix y el griego corone. El cuervo era un ave oracular que supuestamente albergaba el alma de un rey sagrado después de haber sido sacrificado>>









La semejanza de la hoz con los anillos de Saturno a contraluz es evidente, ¿pero cómo es posible este tipo de coincidencias? ¿estuvo Saturno en algún momento de la prehistoria, cerca de la Tierra?. Con esto pretendo afirmar que hace milenios hubo sociedades humanas que contemplaron un firmamento distinto al de hoy.





En un poema cristiano del siglo XI, incluido en el Libro de Leinster, se describen así los tiempos de Crom:


Aquí residió en un tiempo
un poderoso ídolo de mucha batallas,
se llamaba Crom Crúach
y privaba de la paz a todas las tribus.


Sin gloria en su honor
sacrificaban a sus desdichados hijos
con mucha lamentación y peligro,
derramando su sangre alrededor de Crom Crúach.


Leche y grano pedían con urgencia que él les diera
a cambio de una tercera parte de sus proles sanas.
el terror que les causaba era grande.


Los nobles goidelos se postraban ante él;
por los sacrificios sangrientos que le ofrecían
la llanura es llamada "llanura de la posternación".


Actuaban perversamente, se golpeaban las palmas, 
se azotaban los cuerpos, plañiéndose ante el monstruo
que los esclavizaba, sus lágrimas cayendo en abundancia.


En una fila están doce ídolos de piedra; para encantar 
cruelmente a la gente, la imagen de Crom era de oro.


Desde el reinado de Heremón, el noble y agraciado
tal adoración de piedras existió 
hasta la llegada del buen Patricio de Macha.


(La Diosa Blanca, Robert G. 2016. Alianza)









¿EL RELATO DE UN CATACLISMO?


Con relación a lo anterior, las siguientes estrofas datan del II milenio a. C. y son de origen babilonio. Narran la batalla de dos dioses (Ninurta [¿Marte o Saturno?] contra Anzû, un "pájaro" [¿un cometa?] que robó las tablillas del destino que conferían el poder supremo). Más que una batalla entre dos seres mitológicos aparentemente sin conexión, este poema -con seguridad- en realidad estaría describiendo una desoladora catástrofe cósmica que azotó la Tierra, pues las expresiones contenidas en él son claras y precisas. Ninurta (Marte o Saturno) azuzado por su madre Mammi (la Tierra) se lanza a la batalla celeste contra Anzû, quien ha robado las tablillas. Extracto del libro "Cuando los dioses hacían de hombres", Jean Bottéro, p. 409: 



<<... ¡Él ha acaparado todos los poderes divinos!
          ¡Córtale el paso¡ ¡Pon fin a sus excesos
          y devuelve la alegría a los dioses que yo creé!
          Emprende un combate sin tregua:
          Que los siete vientos te acompañen allí arriba
          Para capturar al alado Anzû
          Y así apaciguar la tierra que yo creé.
          Arruina su morada, la montaña:
          ¡Que sea presa del temor
          Cuando se desencadene tu potente mano!
          !Lanza (!) sobre él todos los tornados, 
          Arma tu arco, envenena tus flechas,
          Transforma tu cara en la de un demonio!
          !Extiende una niebla tal que no pueda reconocerte:
          Que tu resplandor lo inunde.
          Revestido con (todo) tu brillo, 
          Lanza un asalto incomparable!
          ¡Que allá en lo alto (?) deje Šamaš de brillar,
          Convirtiendo así en negra noche la plena luz del día!>>
                       
           







ICONOGRAFÍA  APOCALÍPTICA




El cielo y el mar convulsionan ante la inaplazable catástrofe. Eruditos como Camille Flammarion ya hablaban desde el siglo XIX de unos cielos no muy pacíficos, aunque en este caso, la novela del astrónomo se remonta a una catástrofe cósmica que se supone ocurre en el siglo XXV d. C. No se debe descartar que en un pasado extremadamente distante los planetas hayan permanecido a corta distancia de la Tierra, lo que hipotéticamente causaría el fin de una æra que desencadenaría un horrible holocausto de proporciones gigantescas. Hoy, sería recordado como la lucha de los dioses en contra de los titanes en todos los corpus mitológicos de las religiones y culturas del mundo. Desde los albores de la tradición oral los sabios nos han recordado insistentemente sobre la fragilidad del planeta y que la vida en él es pasajera; así como ha comenzado, también ha expirado. (Fotos: El Fin del Mundo, Camille Flammarion, Editorial Librería de la Viuda de C. Bouret, 1912)










Alegoría de la Tierra siendo amenazada por un gigantesco orbe








Los planetas cambian de rumbo y se acercan a la Tierra, aniquilando la vida a su paso.









La incertidumbre se apodera de todos, no importa el dinero ni el rango social.













Los primeros atisbos de la furia de un coloso recién comienzan











   El exterminio




 




Saturno (la muerte) con la hoz a sus pies (señal de trabajo concluido) y dueña del Mundo









Lugares lejanos y en las altas montañas como algunos monasterios tibetanos, sobreviven a la aniquilación










La naturaleza, que tiene el poder de la regeneración; resucita





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AMÉRICA Y EL MUNDO: LOS LAZOS OLVIDADOS

ᐂ ¿ C uánto sabemos de historia?; ¿y si fuera esta completamente distinta de la que nos han contado en la formación académica?; ¿y si hubier...